Pérdida de Iconos

Días trágicos para España, mueren grandes mitos ibérico Manolo Escobar, Amparo Soler Leal y Amparo Rivelles ,nos vamos quedando sin mitos en este país precisamente en un momento en el que necesitamos referencias positivas, y desde luego ellos lo son, grandes trabajadores, impresionantes carreras, más de cincuenta años trabajando ininterrumpidamente cada uno, grandes artistas de inmenso talento. Figura icónica donde las haya es Manolo Escobar, quién en este país no ha cantado el “Mi carro” o “Que viva España”, y quién no ha visto algunas de sus películas tan populares, sobre todo las que hizo con Concha Velasco, además fue una figura que se adaptó perfectamente a las nuevos tiempos y le pudimos ver como presentador en la primera época de tele5, además de múltiples galas, especiales y entrevistas. Y es que Manolo nunca dejó de ser actualidad, todas las generaciones tenían algún recuerdo suyo, siempre actual, siempre en el candelero pero siempre siguiendo una misma línea: LA COPLA, ese género español siempre en crisis, siempre defenestrado pero siempre popular y cuando hay talento hay público y éxito, y ese sin duda es el caso de Escobar. Amparo Soler Leal otra gran figura que se nos ha ido, y también que todos tenemos alguna imagen suya en la retina, gran actriz que pasaba con una gran comodidad, digna solo de las grandes, del drama más absoluto a la comedia familiar, por destacar dos grandes películas que van en estos dos extremos, “El crimen de Cuenca” y “La gran familia”, mención aparte el teatro, donde desarrolló increíbles papeles y más cómoda se sintió, comodidad sobre un escenario teatral como solo las grandes sienten. De ella se destaca una peculiar anécdota, ser, ni más ni menos, que la única actriz piropeada por Bette Davis, ahí queda eso. Y la última de estas irremplazable pérdida ha sido Amparo Rivelles, actriz todo terreno que brillo en el cine, teatro y televisión. Mujer libre, que tomó las riendas de su vida, en una época donde ni era costumbre ni estaba bien visto, siguió adelante con todo y pese a todo, trabajando tanto en España como en México, donde era conocida como la reina de las telenovelas, y todo ello rodeada de un aura de gran diva hollywoodiense de los cuarenta, en un momento del cine español donde esto brillaba por su ausencia. Fue la primera actriz en ganar un Goya, en este país donde sólo se reconoce a los nuevos talentos y sólo un ratito, para después darles la patada y olvidarlos rápidamente a la espera de nueva, joven y bella carne. Aún escuece, o al menos a mí, que grandes estrellas como Sara Montiel, Carmen Sevilla o la misma Amparo Soler Leal no tuvieran al menos uno honorífico por su gran contribución al cine patrio. Desde aquí mi más sentido homenaje a estos grandes artistas, referentes, no sólo en su faceta artística, sino también, y creo que más importante, en su aspecto personal, grandes personas, que nunca recibieron ningún reproche, sino sólo palabras de admiración, cariño y respeto de todos sus compañeros de trabajo, y con los tiempos que corren que ningún “compañero” saque ningún trapo sucio dice mucho de estas personas. Nos seguirán inspirando…

ESE ARTE LLAMADO TILDA SWINTON

Su imagen andrógina deslizándose, casi levitando, por las alfombras rojas más prestigiosas del mundo provocaba miradas contrariadas y de incredulidad, su estilo era muy cuestionable y le valió el honor (¿) de ser varias veces elegida como la peor vestida de alguna gala de premios. Sin embargo Tilda es poseedora de algo por lo que muchas estrellas emergentes, y no tan emergentes, matarían: PERSONALIDAD. Una personalidad apabullante que se refleja en cada vestido, cada movimiento, cada palabra que sale de su boca, y eleva a la categoría de ARTE (en mayúsculas) todo lo que esta mujer hace, dice o se pone. En estos días, varios agraciados visitantes del Museo de arte contemporáneo MOMA de Nueva York , han podido verla en una performance titulada The Maybe, en la cual ella está dentro de una urna de cristal durmiendo ante la mirada de todos , lamentablemente no será algo continuado ni tendrá fecha determina de aparición, ya que desde la muestra se quiere preservar el “elemento de la casualidad” , junto a ella un cartel que dice: “ Artista viva, acero, cristal, colchón, almohada, lino, agua y espectáculo”. Y eso es lo que ella es en sí misma, un maravilloso espectáculo, cada vez que hace su aparición en alguna gala vestida por los más vanguardistas y modernos diseñadores como Victor&Rolf, Haider Hackerman, Stefano Pilati de YSL o Lanvin, que la ha llevado a convertirse en musa y dios indiscutible de la más rabiosa modernidad, alzándola a la cumbre del monte fashion. Ella hace gala de su androginia, su languidez o su palidez extrema, situándose en el polo opuesto de las divas hollywoodenses, de curvas rotundas, bronceado californiano y vestida como Jean Harlow o como una princesa Disney. Esa impronta la deja ver en cada uno de sus, increíbles, trabajos, donde se transforma en cada uno de sus personajes pero siempre dejando ver alguna pincelada del estilo Tilda, peaje a pagar por tener esa PERSONALIDAD única, y que sus admiradores estamos dispuestos a pagar encantados. De entre sus títulos podríamos destacar, “Orlando” un absoluto prodigio visual, donde Tilda encarna a un andrógino cortesano que acaba convirtiéndose en mujer; “Michael Clayton” por la cual se llevó una innumerable lista de premios y por supuesto “Io sono l´amore” donde encarna a una mujer de un acaudalado hombre de negocios milanés, en esta película, una inmensa joya que rinde tributa al estilo y a la elegancia más discreta, gracias a la fotografía de Yorick Le Saux, la mágica banda sonora con composiciones de John Adams y el vestuario de la actriz obra de Ralf Simons. Si tienen la suerte de visitar el MOMA cuando esté realizando su performance no se priven de admirarla en vivo, ya que ella es ARTE es el más amplio significado de la palabra.