lunes, 24 de noviembre de 2014

SOBREVIVIMOS

Somos un país de supervivientes natos, sólo una nación de sufridores con coraje como nosotros soportaría una semana tan trágica con tanto estoicismo y seguiríamos con nuestras vidas como si nada hubiera ocurrido. Sólo hay que hacer un repaso a la crónica de estos últimos días para darnos cuenta del horror que nos ha inundado, por un lado Isabel Pantoja entra en prisión, después de años de proceso judicial y mediático, ella cuyo único crimen fue enamorarse del hombre equivocado( y adquirir de forma dudosa varios inmuebles en la costa), el amor y la pasión la cegaron y no veía que no era el hombre adecuado (tampoco veía como su cuenta crecía a razón de 3000€ diarios), ella que lleva cuarenta años trabajando gracias a su arte (ser la "viuda de España" también le ha venido muy bien la verdad), y ahora es arrastrada mediáticamente y de forma muy injusta (el hecho que tenga condena firme es algo irrelevante), ella, una vez más, ha sigo la víctima de envidias, injurias y encima de la justicia, por un lado condenándola por algo que ella no cometió (el hecho que se enriqueciera de manera ostensible da igual) y además con una sentencia ejemplarizante, imagínate tú que con una pena de dos años entre en prisión (que no colaborara con la justica durante todo el juicio, que en ningún momento reconociese los delitos y que aún no halla pagado la fianza de tres millones de euros y la multa de mas de un millón es anecdótico). Y cuando aún nos estábamos recuperando de esa imagen muere un mito viviente de la España más cañí, la duquesa de Alba. Era el prototipo de la España más típica y tópica, bailaba flamencos (las malas lenguas dicen que tuvo algo más que un amorío con un conocido bailaor), le encantaba los toros, era asidua a la Maestranza (ella misma confeso que su primer noviete fue un torero), era la mujer que más títulos tenía del mundo, era muchas cosas pero todo fue una mujer libre que siempre hizo y dijo lo que quiso, como muestra sus dos últimos matrimonios. Su segundo marido fue un exreligioso que tenía fama de afeminado y a lo que ella respondió a un periodista "Nosotros jodemos todos los días". Con su último marido se caso a los ochenta y cinco años con un hombre al que llevaba más de veinticinco, se enfrento a todos sus hijos que estaban en contra, pero al final lo consiguió, como casi todo en su vida. En fin fue una mujer libre, adelantada a su tiempo, que descanse en paz. Y para rematar la semana el Pequeño Nicolás habla en exclusiva en un programa de televisión y un periódico nacional, para contarnos su versión, y madre mía que miedo. Nos cuenta que trabajaba para el CNI, para contrarrestar los movimientos secesionistas catalanes, para intentar exculpar a la Infanta Elena del caso Noos, de intermediario en varios negocios del estado en el exterior, y todo ello con sólo veinte añitos y gratis, sólo por amor a su patria, y cómo se lo paga el país, pues haciéndole un complot para quitárselo de encima por envidia y supuestas guerras internas entre el estado, el CNI, el gobierno y su querido PP. La verdad es que cuesta creer que un gobierno que tiene a su disposición todo el aparato del Estado y el propio del partido, confíen tales trabajos a un niño que no ha cumplido los veinte, pero cosas más raras se han visto en los últimos tiempos, ¿acaso habéis olvidado el "finiquito en diferido con simulación a la seguridad social"?

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