martes, 7 de mayo de 2013

DESFILE REAL - II

Y seguimos para línea. Vamos a seguir con la damas que acertaron con uno de los dos modelos que lucieron en los festejos de Ámsterdam. Comenzamos con Matilde de Bélgica que de día lució un, a mi parecer, soso vestido rosa chicle de la firma Natam; soso el vestido, sosa la pamela, soso todo el conjunto, sin embargo en la noche anterior maravilló con un espectacular diseño asimétrico en un dorado suave con cola. Sencillamente soberbia, digna de cualquier alfombra roja, para poner un pero quizás el bolso no fuese el adecuado, yo me habría decantado con un clutch plata. Como joyas repitió pendientes en cascada de diamantes, su tiara de laureles (regalo de la aristocracia belga por su boda) y un espectacular broche que se lo presta la reina Fabiola (ojalá esta chica herede el impresionante joyero de Fabiola, porque si no la casa real belga se va a quedar un poco mediocre en cuanto a tiaras) Pasamos a Mery de Dinamarca. Una mujer que normalmente siempre acierta y luce modelos maravillosos con una elegancia innata, aquí nos dio, sin embargo, una de cal y otra de arena. Vamos con la arena, en la proclamación llevó un modelito supuestamente inspirado en los kimonos japoneses, el color, un crudo muy claro, no considero que fuese el adecuado, las mangas afaroladas deben quedarse en lo más oscuro de los ochenta porque rara vez sientan bien y a ella para nada, el estampado floral era un crimen al buen gusto y al buen hacer, y tenía hasta un cinturón que recordaba a los obis pero que comenzaba justo después del pecho, y esto es algo que o lo diseñas para que quede sutil con una tela adecuada (que no es el caso amigas) o te hace muy gorda y deforme, que es el caso de la pobre Mery. Vamos a la cal, que fue su vestido de la noche, un maravilloso modelo de Julie Fagerholt, un vestido de cuerpo de figuras geométricas realizadas con estrás y la parte de abajo tenia vaporosa caída todo ello en un favorecedor color nude, la única pega sería el extraño acabado de las mangas, debería de haber terminado como el escote : con el final de la pedrería la tela se difumina con el propio color de la piel haciendo un efecto mágico de no saber a simple vista qué es tela y qué piel. Como joyas su tiara nupcial y los magníficos pendientes de brillantes y perlas australianas regalo de su suegra. Un mensaje para ti Mery, así en confianza, me parece genial que apoyes a la moda danesa, pero nena hazlo con cosas que te sienten bien, sino puedes causar el efecto contrario al deseado. Camila, duquesa de Cornualles (me encanta el nombre, que además si lo distorsionas un poco le viene que ni pintado…), ella no es que fallase, simplemente no acertó del todo, llevo dos modelos sosos y sin gracia, quizá como ella misma. En la noche, donde las damas se podrían lucir más, optó por un modelo bicolor en blanco y negro, aburrido como ella sola, solo destacaron las joyas, impresionantes pendientes e impresionante tiara, la “Honey Comb”, que perteneció a la reina madre, y es que parece que la duquesa de Cornualles (cuanto más lo escribo más me gusta…) ha heredado el joyero de la abuela de su marido, ya que en varias ocasiones ha lucido piezas que eran reservadas para el uso de la reina madre. Por el día siguió la estela iniciada en la noche y volvió a aburrirnos de solemnidad, con un vestido de corte imperio con abertura frontal, azul claro, manga francesa larga que flaco favor le hacía a su figura. Sin embargo hay algo a destacar y es el tocado que lucio, obra de Philip Treacy, que recordaba al que lucio en su boda. Duquesa de Cornualles (ya no lo digo más, palabrita del niño Jesús), con lo sosa que eres y que sólo destaques, con este título que te han dado, por lo que llevas en la cabeza… Princesa Salma de Marruecos, contigo nena me cuesta valorar ya que llevaste trajes típicos marroquís en ambas celebraciones. Hay que decir que eran unos caftanes maravillosos, de día llevo uno de terciopelo verde, bordado con hilos de oro y, como es habitual en este tipo de trajes, un cinturón joya a juego con el impresionante aderezo esmeraldas que lució. En la noche nos mostró el que a mi parecer es una pequeña maravilla, de color plata difuminada, bordado con hilos de plata y cinturón joya a juego con los diamantes de sus pendientes y tiara. Hay que mencionar que es la primera vez desde su boda que Salma lucía tiara. Aquí me gustaría hacer un paréntesis para hablar de las joyas de la realeza asiática y del norte de África, que son tan profusas en enormes piedras preciosas y filigranas varias como horteras y feísimas, cuyos diseños son dignos de cualquier tienda de todo a 1 E. Y ya sólo nos queda el último capítulo, donde ensalzaremos a las más elegantes .

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