sábado, 11 de mayo de 2013

DESFILE REAL – III

Y terminamos en bingo. Comenzamos el remate final con Victoria de Suecia, otra chica de la cuchipandi de la realeza europea, que tiene un gusto exquisito para los modelitos, sabe escoger las prendas que mejor le sientan, quizás sea porque es plenamente consciente de su cuerpo y está a gusto dentro de su piel, y bien que hace. Durante el día lució un espectacular vestido largo de Escada color champán, con cola y abertura hasta más arriba de la rodilla, ella puede; de mangas largas (quizás demasiado), bonito escote que insinuaba un poco más allá de lo prudente, ella puede, la pamela, a mi gusto, era un poco exagerada, muy grande y con demasiadas cosas, flores, plumas, de todo llevaba ella. En las apartado joyas pocas le pueden hacer sombra a la casa real sueca, ya que tienen uno de los joyeros más impresionantes de Europa, en esta ocasión llevaba un collar de chatones pequeños, pendientes y broche de perlas y brillantes (la reina Sofía tiene varios broches similares Victoria, a ver si le pasa alguno a Lety). Para la fiesta de la noche repitió modelo de Pär Engsheden en tonos lilas y como complementos el impresionante aderezo de amatistas y brillantes (hay que recordar que la tiara que lució era inicialmente un collar que aporto al joyero sueco la primera reina Bernadote) y es que ella puede con eso y con más. La Jekesa Mozah de Catar, por Dios habría que escribir un libro o al menos una tesis sobre esta mujer y su estilazo, sus turbantes (que es un maravilloso giño a la tradición del velo en su país y a la moda a la moda a la vez), su maquillaje (todo él, sombras, lápiz de ojos, correctores, bases, polvos,… y en cantidades industriales), sus muy elegantes, a la vez que pudorosos modelazos que nos pone la señora. Con ella vamos a hacer una excepción (porque es maravillosa y punto) y vamos a comentar los modelazos que llevo en la proclamación y en la cena de despedida ya que en la fiesta en el museo no acudió (momentazo alfombra roja perdido, per tranquilos que habrá más, que ella le gusta). En el día lució un vestido largo con vuelo de satén con capa hasta el suelo a juego en satén azul petróleo (que le gusta a ella un petrodólar), y momento joyas, como no, lucio pendientes, collar (absolutamente éste grande, exagerado, feo e innecesario) y adorno en el bolso todo ello con rubíes, corales y oro amarillo. Y en la cena de despedida lucio un espectacular vestido dorado con cinturón joya (como Salma), manga francesa (como la vez el tribunal de la virtud la echan del país) e impresionantes pendientes, pulseras y anillos de brillantes, este último era del tamaño de una uva, (vamos que la pegamos el palo y viven tres generaciones sin dar palo al agua) Máxima, flamante nueva reina de los Países Bajos, emocionada, simpática, cercana,.. Vamos que estuvo espléndida en todas las jornadas, sin embargo el modito repetido de Valentino rojo con volantes, no me convenció cuando lo estrenó (en la cena de cumpleaños del príncipe de Gales) y tampoco lo hizo en la noche del museo. Aunque lo que me fascinó fueron las joyas lucidas: el aderezo de diamantes de la reina Enma, la tiara de diamantes rosas (compuesta de enormes brillantes en cabujón), pendientes en racimo con diamantes en diferentes cortes, collar “reviere” de chatones con la parte central del broche “corsage” colgando del collar. La verdad es que Máxima le ha dado mucha vida al joyero de su suegra, ha rescatado muchas tiaras que hacía décadas que no se veían(como la tiara pavo real de rubíes y brillantes) y le ha dado nuevos usos a muchas piezas, usando algunos collar de tiaras, o las propias tiaras como prendedores de pelo, como la de las estrellas de su boda, que las ha usado como broches o de adornos en el cabello en múltiples ocasiones (ya podría aprender nuestra Leti, porque la reina Sofía tiene un impresionante joyero que sólo sirve para coger polvo). Pero donde la nueva reina estuvo de matrícula fue precisamente en su proclamación, impresionante vestido azul eléctrico, con sutiles transparencias en crepé y chifón con capa larga con cola (el vestido de Máxima era del holandés Jan Taminiau y recordaba mucho mucho mucho a otro de Elie Saab), y deslumbro nuevamente con las joyas (esta es una casa real sin complejos, si lo tienes por qué no enseñarlo) que fueron zafiros y diamantes, el enorme zafiro central perteneció a la reina Anna, en total sólo la tiara llevaba 655 brillantes y 31 zafiros, ESPECTALAR, pero agárrate nena porque no es la más impresionantes tiara de la casa real neerlandesa. Y por último he dejado a nuestra querido Lety, que a mi parecer fue la más elegante, a la pobre siempre se la crítica, pero normalmente en estos casos siempre suele acertar. La crítica que más he oído es que siempre va de Felipe Varela, pero... ¿y qué?, ella está a gusto, ha encontrado a un amigo que la conoce y casi siempre acierta, también es verdad que hay otros magníficos diseñadores patrios que harían un papel soberbio como Annibal Laguna, Alianto, Oliva,… pero Varela es magnífico u no hay que quitarle mérito. Para la noche del museo opto por un vestido negro en seda y encaje de chantilly con flores de azabache en la parte superior, que resaltaba su estilizada figura. Como joyas los pendiente que lució en su boda y la tiara floral de doña Sofía (a ver si aprendemos de Máxima y vamos desempolvando joyas, la Reina tiene una magnífica colección de turquesas y más tiaras que podría lucir Lety, sin ir muy lejos su marido le regalo una tiara de brillantes y perlas australianas por su 40 cumpleaños que 3 años después aún no ha estrenado, nena si ya lo tienes lúcelo). Y en el día de la proclamación iba soberbia, la mejor con diferencia, a mi parecer, ni la Jequesa la hizo sombra, lucio un maravilloso vestido largo en seda y tul color titanio y un impactante tocado con pétalos de organza y plumas. SENCILLAMENTE DIVINA. La única pega que repitió pendientes, nena que tienes miles, no repitas que es muy vulgar. Y hasta aquí hemos llegado, espero que os hayáis divertido tanto leyendo como yo escribiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario